
La enfermedad cardiovascular se ha asociado con el estrés oxidativo con procesos inflamatorios y con disfunción vascular. El licopeno, un carotenoide que se encuentra en los tomates, es un antioxidante con un efecto protector sobre la peroxidación lipídica y se le atribuye una cierta capacidad anti-aterosclerótica.
En un metaanálisis publicado en el 2011 se buscó el efecto del consumo de licopeno sobre los niveles séricos de lípidos así como sobre la tensión arterial.
El metaanálisis incluyó estudios realizados entre 1955 y septiembre del 2010. Tras comprobar los resultados se llegó a la conclusión de que cuando se consume licopeno en dosis diarias de más de 25 miligramos se consigue reducir el colesterol LDL-colesterol (“colesterol malo”) en un 10%. Sin embargo también se reconoce que se necesitan más investigaciones para confirmar este efecto fisiológico beneficioso.
Sea como fuere ingerir de forma habitual alimentos ricos en licopeno como el tomate es un hábito saludable.
Ried K, Fakler P. Protective effect of lycopene on serum cholesterol and blood pressure: Meta-analyses of intervention trials. Maturitas. 2011 Apr;68(4):299-310.
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