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Ago 20
nutrientes

Los productos de la huerta.

Hay una fuerte evidencia científica de que el consumo de más alimentos de origen vegetal y menos alimentos de origen animal se relaciona con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular, enfermedad metabólica, cáncer y otras enfermedades crónicas. En general un patrón dietético rico en alimentos vegetales ayuda a reducir la glucosa, el LDL-colesterol, los triglicéridos, a mejorar patologías como hígado graso, hipertensión arterial, estreñimiento etc…Por ello incorporar a la cesta de la compra más alimentos de origen vegetal supone una serie de ventajas para nuestro organismo así como minimizar los ultraprocesados, reducir los procesados y elegir habitualmente alimentos reales y de verdad. Prestar atención a la huerta bajo la premisa de más mercado y menos supermercado es un buen paso para mejorar nuestra salud.

En este sentido,  lo primero que se debe resaltar que tanto los alimentos de la huerta que suelen ser más preferidos como los que suelen ser más rechazados más rechazados son opciones adecuadas para incorporar en un patrón dietético saludable. Ahora bien, no se puede caer en el error de separar un alimento y darle un valor elevado ( en cuando al impacto en nuestra salud) en sí mismo frente a otros del mismo grupo. Aunque a veces se hable de superalimentos, en realidad es un término pseudocientífico ya que no hay alimentos que por sí mismos sean milagrosos, lo que realmente tiene impacto real positivo en la salud de nuestro organismo es seguir un patrón dietético saludable y los alimentos que aparecen en la encuesta ( tanto los más valorados como los menos valorados) tienen cabida , y de hecho su consumo está recomendado, dentro de un patrón dietético saludable.

Antes de valorar las características nutricionales de alimentos concretos, se debe tener en cuenta que en cuando al impacto en la salud, no sólo influye el tipo de alimentos sino también las tecnologías culinarias aplicadas. Es decir, todos los alimentos de la encuesta son en sí mismo saludables, pero siempre que formen parte de recetas saludables. Unas patatas son una buena opción, pero lo son por ejemplo formando parte ( por poner un simple ejemplo) dentro de un guiso de lentejas y verduras pero no lo son si las consumo en forma de patatas fritas “de bolsa”. Unas fabas son una gran opción consumidas con centollo y tomate ( por poner otro ejemplo) pero no lo serán si se cocinan con tocino, chorizo y morcilla. Aunque todo hay que decirlo, un día es un día.

Los tomates son una buena fuente de vitamina C, y ciertas sustancias antioxidantes como el licopeno.  Los pimientos rojos también son buena fuente de vitamina C y de carotenoides antioxidantes. La lechuga es buena fuente de fibra soluble ( también el pimiento y el tomate) y su bajo valor calórico la convierte en una gran opción como guarnición (por ejemplo) para saciarse. Las fabas, al igual que el resto de legumbres, son buena fuente de proteínas de origen vegetal ( una buena forma de reducir el consumo de alimentos de origen animal), de hidratos de carbono complejos y de fibra soluble. Diversos estudios sugieren que la incorporación a la dieta de legumbres con una frecuencia de 4 o más veces por semana puede ser interesante en cuanto a la prevención cardiovascular, metabólica e incluso en cuanto al control de peso. La cebolla es rica en quercetina y en disulfuro propilo que algunos estudios relacionan con cierto efecto positivo en el control de la glucosa y el colesterol. Las patatas son ricas en almidón y potasio y en sí mismas tienen un valor calórico relativamente reducido ( si se cocinan de forma adecuada) y aunque tienen un elevado índice glucémico, combinadas con otros vegetales como hortalizas, verduras, legumbres pueden ser una buena forma de saciarse sin disparar las kilocalorías y comiendo de forma saludable. Las guindillas son fuente de carotenoides y capsaicina y son una buena forma de darle alegría al plato sin perjudicar nuestra salud ( al revés añadiendo fitonutrientes interesantes).  Las coles de Bruselas, como el resto de crucíferas como por ejemplo kale, son ricas en ciertos compuestos azufrados ( glucosinolatos) que algunos estudios sugieren que pudieren tener cierto efecto preventivo frente a determinados tipos de cáncer. La remolacha es rica en vitamina C y en diversos fitonutrientes como la betaina, sustancias antioxidantes… y se ha sugerido su posible efecto positivo en el rendimiento del deportista. Las alcachofas y el pepino son ricas en fibra soluble que tiene un interesante efecto prebiótico y en potasio y por tanto son opciones interesantes a tener en cuenta a la hora de incorporar a la dieta.

No sería conveniente hacer una lista con el mejor alimento de la huerta y el peor en cuanto al efecto en la salud de nuestro organismo. En general todos los alimentos de la huerta aportan nutrientes , y sustancias no nutrientes pero con efectos beneficiosos e interesantes y por ello son en todos los casos buenas opciones para que formen parte de nuestra dieta habitual. A la hora de elegirlos podemos tener en cuenta nuestros gustos, la temporada, la procedencia, el precio…pero siempre sabiendo que incorporando unos u otros y cocinándolos de forma adecuada estamos beneficiando a nuestro organismo.

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