
Por cuestiones de salud en general y de salud cardiovascular en particular, se recomienda seguir una dieta rica en verduras-hortalizas y frutas, con cereales ( eligiendo preferiblemente las opciones integrales como pan integral etc..), legumbres, frutos secos ( nueces..) etc… Es recomendable minimizar las grasas saturadas y por ello es preferible elegir lácteos desnatados o bajos en grasa frente e las opciones “normales” ( aunque ojo porque hay cada vez más controversia ya que algunos lácteos enteros especialmente fermentados pueden devido al calcio y ciertos ácidos grasos saturados tener algún efecto positivo desde el punto de vista cardiovascular según recientes estudios), elegir más veces pescados (alternar blancos y azules) que carnes y dentro de las carnes ingerir más frecuentemente las bajas en grasa (conejo, pollo, pavo…). No se debe abusar de los azúcares simples ( disminuir la grasa saturada a costa de incrementar los azúcares simples no sirve para nada e incluso puede ser más perjudicial), se debe minimizar la sal, la fuente principal de grasa para cocinar y aliñar debe ser el aceite de oliva virgen extra y se deben minimizar las grasas trans. Todo esto hará que estemos siguiendo una dieta rica en fibra, baja en grasas saturadas, baja en grasas trans, baja en azúcares simples y sodio y rica en grasas monoinsaturada y poliinsaturada.
Algunas sustancias como los esteroles vegetales y el betaglucano pueden ayudar a reducir el colesterol, otras como la canela el colesterol, la glucosa y los triglicéridos. Y también se habla muchas veces de los ácidos grasos omega 3. De hecho cada vez en el mercado hay más alimentos enriquecidos en ácidos grasos omega 3 y suplementos ( cápsulas etc…) de ácidos grasos omega 3 y mucha gente se pregunta ¿ si pueden serle útiles si presenta algún factor de riesgo cardiovascular?.
La primera respuesta y más directa es que debe ser su médico el que lo decida e indique si le van venir bien o no incluir cierta dosis extra de ácidos grasos omega 3 y en el caso de que así sea cual es la dosis conveniente para usted. Pero una vez dicho esto (siempre debe consultar a su médico) y a título didáctico sí que es cierto que existen estudios que sugieren que los ácidos grasos omega 3 de cadena larga (especialmente EPA y DHA) pueden ser beneficiosos para reducir el riesgo cardiovascular:
1) Pueden reducir los niveles de triglicéridos ( Summary: EFSA Journal 2009; 7(9) 1263).
2) Pueden ser de ayuda de cara a reducir los niveles de LDL- colesterol ( Akabas SR et al. Am J ClinNutr 2006:83(S)1467-76), el popularmente conocido como colesterol malo, e incrementar los niveles de HDL-colesterol (Abete et al, Nutrition Reviews 2010;64(4):214-31) ,el popularmente conocido como colesterol bueno.
3) Pueden reducir los niveles de presión arterial ( Summary: EFSA Journal 2009; 7(9) 1263).
¿A qué dosis?: Pues según el factor de riesgo sobre el que se pretenda actuar, pero en los diferentes estudios pueden varían entre menos de un gramos hasta 4 gramos por día e incluso más (en algunos estudios) y generalmente se trata de aceites ricos en ácido eicosopentanoico (EPA) y ácido docosahexaenoico ( DHA).
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