Los milagros no existen. Sin un poco de fuerza de voluntad y un mínimo de esfuerzo es imposible seguir una dieta equilibrada y saludable que nos ayude a cuidar la salud y a perder peso corporal. En la mayor parte de las ocasiones, las personas que acuden a un Dietista-Nutricionista están mentalizadas y motivadas de cara a tratar de modificar sus hábitos alimentarios, sin embargo en algunas ocasiones los Dietistas-Nutricionistas se encuentran con personas que dicen que necesitan tomar galletas en el desayuno a diario sí o sí, que necesitan merendar a diario bollitos sí o sí, que necesitan cocinar a diario con nata, queso y aceite en abundancia si o sí, que necesitan saborizar con mayonesa, salsa rosa etc…si o sí y a diario… y comentan que no hacer todo eso y además consumirlo en cantidades abundantes (los que les apetezca, sin tener que guiarse por medidas caseras o por gramos) hace inviable para ellos la dieta y de hecho sino lo hacen así consideran que es una dieta con platos inasumibles.

Mi respuesta es la siguiente, si una persona acude a un Dietista-Nutricionista porque haciendo todo eso ha ganado peso corporal, sin cambiar nada, nada cambiará. Si todo eso que es incapaz de dejar de consumir está incluido dentro de su dieta habitual sí o sí, entonces (al margen de otros problemas de salud) se ganará peso sí o sí y cada vez más. Los milagros no existen, si una persona ha ganado peso por hacer precisamente todo eso que hace y quiere perder ese peso ganado, tiene que modificar sus hábitos y sacrificarse al menos un poco, y ya no sólo es cuestión de peso corporal, sino también de salud. Igual que en la vida a uno no le regalan un título universitario o una medalla en una carrera sin un esfuerzo previo, en este caso es lo mismo. Sin fuerza de voluntad para adquirir unos nuevos hábitos saludables no hay posibilidad de perder peso y sobre todo de mantener en el tiempo esa pérdida.

Cierto es que no siempre es tan fácil, hay muchas cosas que nos pueden afectar pero al menos debemos de tener un poco de motivación.