Yo de niño era incapaz de consumir legumbres, verduras y frutas ( salvo las mandarinas). Mis abuelos y mis padres siempre me respetaron como niño, pero me insistían siempre y mucho para que comiera como ellos ( que incorporaban ese tipo de alimentos en su comida habitual). Finalmente empecé a consumir este tipo de alimentos y a día de hoy me encantan. Si en aquel tiempo no los hubiera empezado a comer seguiría sin hacerlo ( por mi trabajo conozco a gente incapaz de consumir frutas, legumbres y hortalizas).
Para mi no fue ningún trauma y estoy muy agradecido por esa educación y por esa insistencia porque sino seguiría sin consumir ese tipo de alimentos . Ni soy psicólogo ni deseo meterme en un campo ajeno pero me sorprende ver cada vez más en redes sociales las mezclas de nutrición infantil y consejos de cómo educar en la vida a los hijos ( profesionales de la nutrición aconsejando sobre la educación basada en el amor… o así dicen) y cómo se dice que no se debe insistir en comer alimento alguno y que el niño elija libremente porque al final sus elecciones basadas en la imitación a sus padres serían las correctas. Todo lo que quieran, igual yo fui un niño terrible y malo y atípico porque por mucho que mis padres comieran legumbres y hortalizas y plátanos yo era incapaz de haberlo ni tenía la más mínima intención de imitarles, eso sí su insistencia permanente sí me hizo reaccionar.
En fin, yo creo que tanta «historia» con algo tan simple es simple «refalfio» como decimos en Asturias.
