Algunos autores han sugerido que la microbiota también podría desempeñar un papel en el síndrome del intestino irritable pero sin embargo hay controversia en este tema.
En un interesante estudio (*) publicado en el año 2013 se tuvo precisamente como objetivo, revisar la evidencia emergente de los mecanismos y la eficacia de los probióticos en el tratamiento de este trastorno y otros (también en enfermedad inflamatoria intestinal).
Lo cierto es que la composición de la microbiota gastrointestinal está fuertemente influenciada por diversos factores como la edad, dieta y enfermedad y hay estudios que sugieren que los probióticos pueden ser eficaces a través de su impacto sobre la microbiota gastrointestinal de acogida y promoción de la inmunorregulación mucosa.
El estudio al que hago referenciapermite concluir (respecto al síndrome de colon irritable) que algunos probióticos pueden tener un potencial considerable en el manejo del Síndrome de colon irritable pero que los beneficios son específicos de la cepa. Por eso serían necesarios ensayos de alta calidad, así como investigaciones de laboratorio de su mecanismo de acción con el fin de entender que tipo de cepa permite obtener beneficios y por qué. Por ello ha día de hoy no es sencillo dan consejo ( desde este punto de vista) en el caso del colon irritable.
(*) Whelan K, Quigley EM. Probiotics in the management of irritable bowel syndrome and inflammatory bowel disease. Curr Opin Gastroenterol. 2013 Jan 2