El potencial de la microbiota intestinal para afectar la salud tiene una relevancia particular para las personas mayores. Esto se debe a que la microbiota puede modular los cambios relacionados con el envejecimiento en la inmunidad innata, la sarcopenia y la función cognitiva, todos los cuales son elementos de fragilidad. Tanto los estudios independientes como los dependientes de cultivos celulares muestran que la microbiota intestinal de las personas mayores difiere de la de los adultos más jóvenes. No existe un umbral cronológico o una edad a la que la composición de la microbiota se altere repentinamente; más bien, los cambios ocurren gradualmente con el tiempo. La microbiota varía con la edad, la atención residencial a largo plazo, la dieta habitual y el grado de retención de un microbioma central. Estamos comenzando a comprender cómo estos grupos cambian con el envejecimiento y cómo se relacionan con los fenotipos clínicos. Estos datos proporcionan un marco para analizar las asociaciones entre la microbiota y la salud, distinguir la correlación de la causalidad, identificar la interacción de la microbiota con los procesos de envejecimiento fisiológico y desarrollar una vigilancia de la salud basada en la microbiota para los adultos mayores.
Dic
31