Tel.: 985 223 484 | Email: info@nutricionsalud.net
Blog
Oct 10

Exceso de grasa y depresión. Por Ramón De Cangas

Exceso de grasa corporal y depresión:

El exceso de grasa corporal ( que puede llegar a ser obesidad, una afección de tipo multifactorial) es algo mucho más complejo que un simple desequilibrio entre la energía ingerida y la energía gastada, aunque obviamente sí es verdad que ese desequilibrio mantenido en el tiempo empuja a una acumulación excesiva de energía en forma de grasa en el tejido adiposo. Y ese acúmulo se almacena en los adipocitos, los cuales aumentan en tamaño y/o en número ( hiperplasia e hipertrofia, aunque sobre esto podríamos escribir un capítulo entero que ahora no viene al caso).

Lo importante de este hecho en cuanto a lo que quiero transmitir es que el exceso de grasa corporal provoca alteraciones del sistema inmune provocando un proceso inflamatorio crónico de bajo grado de intensidad. Y justamente esta situación mantenida en el tiempo se relaciona con más riesgo de resistencia a la insulina y diabetes tipo 2, de hipertensión, de niveles elevados de LDL-colesterol y triglicéridos, de depresión y ansiedad etc…

Y…¿ todo esto por qué?.

En realidad el sistema inmune nos defiende frente a las infecciones. Pero para poder a hacer frente a esos ataques se requiere también cierta energía de reserva. El sistema inmune gasta energía y por ello los sistemas metabólico e inmune están íntimamente ligados, aunque sean independientes. El sistema metabólico ofrece soporte al sistema inmune. Y este hecho es lo que permite explicar el por qué diferentes ácidos grasos, hormonas, citocinas, factores de transcripción etc…tienen efectos tanto en el sistema inmune, como en el sistema metabólico.

El sistema metabólico puede modular la función inmunitaria, puede modular la inflamación llevada a cabo por el sistema inmunitario para para combatir infecciones. Y todo se complica más porque además la propia inflamación originada por el sistema inmune modula el metabolismo porque puede beneficiar o perjudicar a ciertas vías como puede ser, por ejemplo, la de señalización de la insulina. Esta relación entre metabolismo y sistema inmune es fina y cuando nuestra¡o peso es adecuado funciona de forma eficiente. Pero justamente porque es una relación fina cuando hay alteraciones metabólicas puede haber problemas en la respuesta inmune. Y una clara alteración metabólica es el exceso de grasa corporal o un estado de desnutrición. Y efectivamente…si estamos desnutridos es probable que haya inmunosupresión y seamos muchos más susceptibles a infecciones Y si hay exceso de grasa la respuesta inmune será menos eficiente y además se genera una inflamación crónica de bajo grado.

¿ Por qué el exceso de grasa genera inflamación?´

El exceso de acúmulo de grasa en los adipocitos incrementa la producción de citocinas que son proinflamatorias y además activar sus mecanismos se señalización.

Además de Dietista-Nutricionista soy biólogo, y como biólogo me gusta, siempre que es posible, tener una visión evolutiva de las cosas. Pues bien, si de esta inflamación crónica de bajo grado ( derivada del exceso de grasa) hablamos, hay que decir que está mediada por un conjunto de células y moléculas del que llamamos sistema inmune innato que es justamente el más antiguo y conservado filogenéticamente.

Este sistema inmune innato es la que podríamos denominar nuestra primera línea de defensa. Y nos protege frente a infecciones por bacterias y otras agresiones. Pero claro, la agresión debe ser reconocida y esa función la llevan a cabo células dendríticas y macrófogos que llevan a cabo esa función de “policía” gracias a determinados receptores. Unos de los receptores más conocidos son los de tipo Toll (TLR’s), que incluyen a una familia de más de 15 proteínas transmembrana. Justamente estos receptores son los que reconocen a un tipo de lipolisacárido (LPS) que se encuentra en la membrana bacterias Gram negativas( esto es interesante porque esto genera endotoxemia que también se relaciona con depresión y sobre este tema he hablado en las redes sociales).

Lo que ocurre en las personas con exceso de grasa es que los receptores TLR’ s ( que están en diferentes tejidos, entre ellos en el tejido adiposo) es que estos receptores son  responsables de que se activen determinadas rutas que acaban provocando la expresión de determinadas proteínas  (concretamente el factor de transcripción nuclear kappa B) que es una proteína vital en la cascada inflamatoria. La inflamación tiene lugar por el incremento en la producción de citocinas por parte del tejido adiposo, citocinas como el factor de necrosis tumoral tipo alfa, la  interleucina-6 o la interleucina-1 beta. Pero todo se complica más porque las células del tejido adiposo, los adipocitos, secretan adiponectina (una proteína que entre otras funciones, aumenta la sensibilidad a la insulina, reduce la síntesis hepática de glucosa y promueve la oxidación de ácidos grasos) y la adinopectina  tiene también un efecto antiinflamatorio ya que modula la producción de la proteína el factor de transcripción nuclear kappa B que como dije anteriormente es importante en las cascadas inflamatorias.

Pues bien, las personas con exceso de grasa tienen niveles más bajos de  adiponectina. En este sentido diversos estudios muestran cómo cuando hay exceso de grasa hay una sobreproducción de citocinas proinflamatorias, lo cual no ocurre con un peso normal, situación ( con peso normal) en la  que además hay una producción normal de citocinas antiinflamatorias  ( con exceso de grasa corporal es baja).

Por tanto se origina una inflamación crónica de bajo graso por el exceso de grasa corporal. Esta relación íntima y fina entre los sistemas metabólico e inmune que en parte hemos explicado, es la que justifica el por qué un acúmulo elevado de grasa corporal altera el sistema inmune generando una respuesta inflamatoria.

¿ Y por qué el exceso de grasa puede derivar en depresión?.

Como consecuencia de la inflamación provocada por el sistema inmune tiene lugar una inflamación del sistema nervioso.

La neuroinflamación es una alteración de la homeostasis del tejido nervioso y un daño neuronal provocado por una gran producción de factores inmunológicos como son citocinas o quimiocinas. Pero además se generan una cantidad elevada de especies reactivas de oxígeno y nitrógeno y este hecho provoca un incremento importante del daño oxidativo de las neuronas lo cual puede derivar en múltiples patologías, entre ellas la depresión, ansiedad…

Y todo este proceso inflamatorio ( y por tanto la neuroinflamación) se ve potenciada por otras vías al margen del exceso de grasa corporal y ese eje sistema metabólico-sistema inmune. El eje microbiota-sistema inmune y eje cerebro-microbiota-intestino explican el por qué alteraciones en la microbiota intestinal ( que por cierto son habituales en personas con exceso de grasa) generan alteracciones en la permeabilidad intestinal, cascadas inmunológicas e inflamatorias, neuroinflamación y por tanto depresión, ansiedad…

Ante situaciones en las que hay depresión, ansiedad y nos encontramos con un exceso de grasa corporal, poca masa muscular, alteraciones de la microbiota intestinal, dietas ricas en alimentos ultraprocesados…la dieta, la actividad física y la suplementación dietética pueden ser totalmente determinante. Que en cada vez más artículos científicos se hable de psiquiatría nutricional como una ciencia no es casualidad.

Por Ramón De Cangas

-Dietista-Nutricionista colegiado número AST00064 y Doctor en Ciencia de los Alimentos.

-Biólogo sanitario  colegiado número 20.327 A y Doctor en Biología Funcional y Molecular.

About The Author

Leave a reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *