El exceso de grasa corporal está relacionado con diversas patologías crónicas como enfermedades coronarias, hipertensión, diabetes tipo 2, artritis, deterioro cognitivo, ciertos tipos de cáncer, alteraciones en la microbiota…
Pero no sólo es qué cantidad de grasa ( que obviamente a más cantidad de grasa peor), es también dónde. La acumulación de grasa en la zona abdominal incrementa todavía más el riesgo de todas esas patologías indicadas. Ese tipo de obesidad en forma manzana, la llamada obesidad androide que es más típica en hombres y está asociada con el llamado síndrome metabólico (entre otras cosas).
En el caso de niños y adolescentes, los principales efectos adversos del exceso de grasa corporal parecen ser sociales y psicológicos, pero los niños con obesidad tienen, a pesar de su corta edad, un alto riesgo de padecer diabetes tipo 2. Pero además investigaciones recientes sugieren que los niños obesos tienen más riesgo de padecer enfermedades crónicas de adultos.
Es importante tener en cuenta que reducir el exceso de grasa corporal tiene un impacto positivo en la salud, tanto que incluso perder sólo un 5 o un 10% en personas que les soba bastante, ya conlleva importantes beneficios fisiológicos.
Más del 90% de las dietas acaban en fracaso y es que la adhesión es determinante. Hay que ofrecer planes dietéticos que se adapten a la vida real de la persona, aunar la teoría ideal con el mundo real. Por eso yo soy mucho del “un día es un día” dejando claro que un disfrute ocasional ( una vez por semana por ejemplo) de comidas no saludables no supone riesgo alguno para la salud y sin embargo sí ayuda a mantener la pauta dietética en el tiempo.
