En enfermos de cáncer la conservación de la masa muscular es vital. Por ello la estrategia nutricional y dietética tiene como uno de los objetivos principales ayudar a conservar la masa muscular. Ya ha evidencia acumulada de la importancia de la nutrición en los enfermos de cáncer, por la conservación del músculo, pero también por muchas otras cosas. Pero en este post vamos a hablar del músculo.
El entrenamiento (cuando es posible) también es importante. De hecho es un hecho innegable que el ejercicio físico se ha convertido gradualmente en un foco en el tratamiento del cáncer debido a su importante papel en la mejora de la eficacia terapéutica y la mejora del pronóstico. Y es que si la nutrición es muy importante para no perder músculo, el entrenamiento también pero además al estimular la masa muscular conseguimos que el tejido muscular produzca múltiples miocinas (se conocen varios cientos aunque a fondo sólo varias decenas) y la producción de miocinas inducida por el ejercicio es importante en la regulación de la caquexia por cáncer.
Por tanto nutrición y actividad física son vitales para la producción de miocinas. Y las miocinas son objetivos potenciales para inhibir la progresión del cáncer y la caquexia asociada. Y es que las miocinas funcionan como moléculas de señalización entre músculo y tumor. Algunas miocinas juegan un papel importante en el cáncer. Es el caso de la interleucina-6, la oncostatina M, la proteína secretada ácida y rica en cisteína (SPARC) y la irisina. Son miocinas que median directamente en la progresión del cáncer al influir en la proliferación, en la apoptosis (proceso de muerte celular programada), en la eficacia y/o resistencia a los medicamentos. También participan en la reprogramación metabólica como por ejemplo en la transformación epitelial-mesenquimatosa de células cancerosas. Y esto último es relevante porque la transición epitelio-mesénquima es el proceso morfogenético mediante el cual las células de características epiteliales se transforman en células mesenquimales. Es decir, las células epiteliales pierden su polaridad y su adherencia con otras células y ganan capacidad migratoria e invasiva favoreciendo la metástasis..
Pero además, la interleucina 8, la interlecucina 15, la irisina y el factor neurotrófico derivado del cerebro pueden mejorar la inflamación inducida por la obesidad al estimular la lipólisis de los tejidos adiposos, promoviendo absorción de glucosa y acelerar el oscurecimiento de la grasa blanca. Y eso también es beneficioso desde el punto de vista de los microambientes inmunológicos en los procesos del cáncer. Es más, algunas miocinas podrían regular el microambiente tumoral, como la angiogénesis y el microambiente inmunológico.
La pérdida de masa muscular esquelética es una característica principal de la sarcopenia cancerosa y de la caquexia cancerosa. En pacientes con cáncer, los factores inflamatorios derivados de tumores promueven la atrofia muscular. Y la pérdida y atrofia muscular está estrechamente asociada con un mal pronóstico. La caquexia por cáncer ocurre hasta en el 80% de los pacientes con cáncer y es responsable del 22% al 30% de las muertes de los pacientes.
En la conservación del músculo influye la modulación de la inflamación, la reducción del daño oxidativo, el cuidado de la microbiota intestinal, el aporte energético, el aporte proteico ( y su reparto en tomas) y el aporte de hidratos de carbono. Un estudio de la composición corporal es importante en enfermos de cáncer para evaluar la estrategia nutricional y de actividad física puesto que el peso puede ser engañoso por variaciones de agua intracelular, agua extracelular ( edemas…) etc…
Para conservar la masa muscular debemos diseñar un plan adaptado a la persona con los alimentos adecuados, en las cantidades adecuadas y valorar en cada caso la posible inclusión de suplementos específicos. Cada persona es un mubdo. Pero es vital que una persona con cáncer que cambie su dieta, tome suplementos o lo que sea advierta antes de hacerlo a su oncólogo ya que la interacción fármaco-nutriente es un hecho relevante y ciertos elementos pueden hacer menos eficaces los tratamientos. Por eso considero importante los equipos multidisciplinares ( oncólogo, dietista-nutricionista, ciencias de la actividad física y el deporte, farmaceútico..).
*Por Ramón De Cangas
>Dietista-Nutricionista colegiado AS00064 y Doctor en Ciencia de los Alimentos.
>Biólogo Sanitario colegiado 20327A y Doctor en Biología Funcional y Molecular.