Los estados de salud y enfermedad bucal reflejan las importantes funciones de la microbiota oral, así como las interacciones entre especies dentro de ella.
La cavidad bucal existe como un entorno microbiano altamente dinámico que alberga muchos sustratos y microambientes distintos que albergan diversas comunidades microbianas. Específicamente para la cavidad bucal, las superficies dentales que no se desprenden facilitan el desarrollo de comunidades de biopelículas polimicrobianas altamente complejas, caracterizadas no solo por los distintos microbios que las componen, sino de forma acumulativa por sus actividades. Además de esta complejidad, la cavidad bucal enfrenta desafíos ambientales casi constantes, incluidos los de la dieta del huésped, el flujo salival, las fuerzas masticatorias y la introducción de microbios exógenos.
La composición del microbioma oral está determinada a lo largo de la vida por factores que incluyen la genética del huésped, la transmisión materna, así como factores ambientales, como los hábitos alimentarios, las prácticas de higiene bucal, los medicamentos y los factores sistémicos. Este ecosistema dinámico presenta oportunidades para la disbiosis microbiana oral y el desarrollo de enfermedades dentales y periodontales.
Ya tenemos claro que la prevalencia de la ansiedad, depresión, alteraciones del estado de ánimo y los trastornos relacionados con el trauma y el estrés están aumentando. Y entendiendo el cuerpo humano como una serie de ejes corporales finamente ajustados y ligados, podemos explorar diferentes objetivos terapéuticos. Si de problemas como depresión hablamos, la realidad es que se necesita una comprensión integral de la etiología de la enfermedad, especialmente en el contexto del holobionte, es decir, el superorganismo formado por un ser humano y sus microbiotas. Porque nosotros somos los genes de nuestras células más los genes de las bacterias y microorganismos de nuestra microbiota intestinal y del resto de microbiotas. Y una de las cosas que a veces no se tiene en cuenta pero que debemos valorar, es la microbiota oral y sus posibles alteraciones. La disbiosis de la microbiota oral es algo a valorar.
En los últimos tiempos y en base a una evidencia científica cada vez mayor, se ha puesto mucho énfasis en el papel de la microbiota intestinal en el desarrollo, la exacerbación y la persistencia de los trastornos psiquiátricos. Sin embargo, los datos sobre la microbiota oral son limitados, no se habla tanto sobre ella.
Pero debemos de tener en cuenta un hecho muy llamativo, y es que la cavidad bucal alberga la segunda comunidad microbiana más diversa del cuerpo, con más de 700 especies bacterianas que colonizan los tejidos blandos y duros. Las enfermedades periodontales engloban un grupo de enfermedades infecciosas e inflamatorias que afectan al periodonto. Entre ellos, la periodontitis se define como una infección crónica multibacteriana que provoca una inflamación sistémica de bajo grado mediante la liberación de citocinas proinflamatorias, así como invasión local y translocación a larga distancia de patógenos periodontales. La periodontitis también puede inducir o exacerbar otras enfermedades inflamatorias sistémicas crónicas, como la aterosclerosis y la diabetes, y puede provocar resultados adversos en el embarazo.
Recientemente, los patógenos periodontales han sido implicados en la etiología y fisiopatología de los trastornos neuropsiquiátricos (como la depresión y la esquizofrenia), especialmente porque la desregulación del sistema inmunológico también desempeña un papel integral en la etiología y fisiopatología de estos trastornos.
La enfermedad periodontal se caracteriza clásicamente por la destrucción progresiva de los tejidos blandos y duros del complejo periodontal, mediada por una interacción entre comunidades microbianas disbióticas ( alteradas) y respuestas inmunes aberrantes dentro de los tejidos gingivales y periodontales. Los patógenos periodontales aumentan a medida que la microbiota oral residente se vuelve disbiótica ( se altera respecto a lo que sería una microbiota “normal” y las respuestas inflamatorias evocan la destrucción del tejido, induciendo así un circuito de retroalimentación positiva incesante de proteólisis, inflamación y enriquecimiento para los patógenos periodontales.
Los patógenos microbianos son una de las clave en la inflamación gingival sostenida y son fundamentales para la progresión de la enfermedad periodontal. Sin embargo, estudios recientes han revelado la importancia de microbios no identificados previamente involucrados en la progresión de la enfermedad, incluidos varios virus, fagos y otras especies bacterianas que previamente no se había tenido en cuenta. Además, en los últimos años se han identificado mecanismos inmunológicos y genéticos, así como factores ambientales del huésped, incluida la dieta y el estilo de vida, como otros factores que contribuyen a la periodontitis.
En línea con esto, se han explorado nuevas ideas relacionadas con el mantenimiento de la salud periodontal y el tratamiento de enfermedades existentes, como la aplicación de probióticos orales, para limitar y atenuar la progresión de la enfermedad así como la dieta.
Hay un papel de la microbiota oral asociada con las enfermedades periodontales en la ansiedad, la depresión, el estado de ánimo y los trastornos relacionados con el trauma y el estrés. Datos epidemiológicos apuntan en esta dirección y los vínculos microbiológicos e inmunológicos entre la microbiota oral y el sistema nervioso central explican el por qué. Obviamente hay un eje bidireccional microbiota oral-cerebro.
Al margen de seguir los consejos de odontólogos expertos en estos temas, del cuidado de la salud dental, de valorar el uso de probióticos para tratar de mejorar la microbiota oral etc….la nutrición también influye. El consumo de matrices alimentarios completas con un bajo consumo de alimentos ultraprocesados, un bajo consumo de azúcares libres y el no abuso de edulcorantes acalóricos…parece que es un consejo fácil de aplicar y que supone una serie de beneficios para nuestra microbiota oral lo cual puede ser interesante si de patologías como depresión hablamos.