Conocer etiquetas
Una parte muy importante en la promoción de una alimentación saludable es comprender el etiquetado nutricional puesto que al fin y al cabo se come como se compra.
Interpretación de las etiquetas de los productos y tipos de etiquetas
Existe una información obligatoria (Reglamento, UE, 1169/2011) que debe de aparecer en todas las etiquetas nutricionales y que además debe ser clara y legible y que debe seguir esta estructura concreta:
-Denominación
-Ingredientes: orden decreciente
-Alérgenos: destacada mediante una composición tipográfica que la diferencie (tipo de letra, estilo o color de fondo)
-Cantidad neta
-Fechas duración /caducidad
-Conservación y utilización
-Empresa
-País de origen /lugar de procedencia
-Modo de empleo
-Alcohol
-Información nutricional
Desde el punto de vista de la salud y la nutrición, dos son los puntos primordiales que debemos priorizar (alérgenos e información nutricional) porque nos dan la información que más nos interesa aunque los ingredientes también nos pueden ofrecer datos relevantes.
-Los alérgenos
Numerosas patologías requieren la exclusión por alergias e intolerancias alimentarias de determinados componentes y por ello el fabricante debe declarar la presencia de esos elementos concretos y el consumidor debe leer detenidamente la etiqueta para saber si un alimento concreto contiene el alérgeno que por su patología debe evitar o bien ese alimento está libre de dicho alérgeno. Es vital para su salud.
Los alérgenos que se deben declarar son:
– Cereales con gluten
– Huevos
– Leche y lactosa
– Pescados
– Crustáceos
– Moluscos
– Soja
– Cacahuetes
– Frutos secos con cáscara
– Apio
– Sésamo
– Dióxido de azufre y sulfitos(más de 10 mg/Kg o 10 mg/L)
– Altramuces
– Mostaza
-Tipos de etiquetas
-Funciones de las etiquetas
-Características de la etiqueta
La información nutricional
La información nutricional nos permite conocer el contenido en energía, macronutrientes y otra serie de aspectos nutricionales importantes. Esta información nos permite elegir aquellos alimentos más adecuados para nosotros en determinadas patologías (hipertensión, diabetes…) y para el conjunto de la población es una ayuda que facilita el adecuar las ingestas nutricionales a las recomendaciones de organismos oficiales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) etc…
La información obligatoria es:
-valor enérgetico
– grasas
-grasas saturadas
-hidratos de carbono
-azúcares
-proteínas
-sal
Y hay una información complementaria que puede aparecer o no pero que realmente si está presente resulta interesante:
-grasas monoinsaturadas,
– grasas poliinsaturadas,
-polialcoholes,
-almidón
-fibra alimentaria
-vitaminas
-minerales.
Pero además estos valores pueden declararse de la siguiente forma:
– Por porción o unidad de consumo.
– Como porcentaje de las ingestas de referencia por 100 g o por 100 ml.
– Como porcentaje de las ingestas de referencia por porción o unidad de consumo.
Esto es importante porque muchas veces el consumidor no es consciente del tamaño de la ración de consumo habitual y no es infrecuente que tome sus decisiones en base a los valores nutricionales por 100 gramos sin tener en cuenta cual es la ración de consumo habitual ( a lo mejor son 30 gramos o a mejor 200 gramos).
El listado de ingredientes:
En la información nutricional no aparecen ciertos datos como por ejemplo la presencia de grasas trans, un tipo de grasas muy poco convenientes desde el punto de vista de la salud cardiovascular y metabólica. Estas grasas las puedo localizar dentro del listado de ingredientes donde aparecerán grasas hidrogenadas o grasas parcialmente hidrogenadas…. También la presencia de aceite de palma que se ha relacionado con un mayor riesgo cardiometabolico incluso en algunos estudios recientes (aunque todavía no hay una fuerte evidencia que permita concluirlo) con más riesgo de metástasis, se puede localizar en este apartado. El azúcar añadido es otro de los componentes que aquí se puede encontrar. Es por ello por lo que es muy interesante leer detenidamente los ingredientes.
La etiqueta es interesante pero no lo es todo
El etiquetado nos ofrece una información interesante pero debemos entender que tiene una importancia relativa no absoluta. Es habitual que ciertas personas traten de consumir una cantidad determinada de proteínas, de hidratos de carbono, de energía… para adecuarse a las recomendaciones nutricionales generales de energía, macronutrientes etc…. pero debemos de tener en cuenta que los nutrientes están inmersos en lo que podemos denominar una matriz alimentaria y es en dicha matriz donde tienen lugar interacciones etc… que van a influir en los efectos fisiológicos que tras su ingesta van a provocar en nuestro organismo. Por poner un ejemplo, dos galletas y una pieza de fruta puede que tengan la misma cantidad de hidratos de carbono y de fibra pero el efecto fisiológico de ambos en nuestro cuerpo es diferente y el impacto en la salud también (muy preferible el consumo habitual de la fruta frente al consumo habitual de las galletas, aunque un día es un día).
Lo realmente importante salud es el patrón dietético general y en este sentido debemos tener en cuenta que se recomienda consumir abundantes alimentos frescos sobre todo de origen vegetal (abundantes verduras-hortalizas y frutas) además de otros vegetales con mínimo procesamiento como legumbres, cereales de grano entero y frutos secos y de alimentos frescos de origen animal ( carnes y pescados frescos y huevos).
Aspectos interesantes del etiquetado
Una vez que mi patrón dietético general es saludable, puedo darles la importancia que tienen a las etiquetas nutricionales de los productos. Leer bien el etiquetado me permite no abusar de la sal, moderar las grasas saturadas, evitar las grasas trans, reducir el azúcar etc…
Alegaciones de salud en el producto
En los productos además de todo lo dicho, nos podemos encontrar con las famosas alegaciones de salud. No es difícil localizar alimentos que utilizan el reclamo de que ayudan a controlar el colesterol, alegaciones sobre el sistema inmune…Realmente una alegación de salud quiere decir que está demostrado que existe una relación entre un alimento concreto o algunos de sus componentes y determinados beneficios fisiológicos.
-Por un lado nos encontramos con las alegaciones “de propiedades saludables” que nos van a indicar que un alimento ( o bien una categoría de alimentos o bien un componente o sus componentes) tiene una serie de beneficios para nuestra salud. Y todo ello debe estar basado en la evidencia científica. Estas alegaciones que son reconocidas como positivas por la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria ) se recogen en el Reglamento (UE) No.432/2012 del 16 de mayo de 2012, donde se establece un listado de declaraciones autorizadas de propiedades saludables.
-Por otro lado nos encontramos con las alegaciones “de reducción factores de riesgo de enfermedad” y también las que se refieren a la salud de los niños. En este caso son estudiadas caso a caso por la propia Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y son aprobadas ( o no) basándose en la evidencia científica.
Conclusiones
Debemos basar nuestra alimentación en alimentos frescos y muchos de ellos de origen vegetal. Ahora bien, a la hora de ir al supermercado entender el etiquetado nutricional, leerlo detenidamente y saber interpretarlo es una buena herramienta que redunda en beneficios para nuestra salud.