El yogur en los niños
Aunque todavía no son demasiados los estudios que han analizado los beneficios del consumo de yogur en la salud durante la edad pediátrica, la realidad es que un número creciente de estudios epidemiológicos han evaluado el impacto nutricional del yogur en los niños y han podido demostrar su importante contribución a la ingesta de determinados nutrientes. Es por ello por lo cual consumir yogur es una estrategia para lograr la ingesta de nutrientes recomendada y es una opción dietética saludable, con un impacto positivo potencial en la obesidad y en la salud cardiometabólica en los niños porque la realidad es que un conjunto creciente de datos epidemiológicos, ensayos clínicos etc…sugiere que el consumo de yogur como parte de una dieta saludable puede ser beneficioso para la salud cardiometabólica así como para el propio control de peso corporal. Así mismo, arios estudios han sugerido que el consumo habitual de yogur está asociado con resultados favorables para los problemas de salud en los niños, así por ejemplo el consumo habitual de yogur en la infancia tiene el potencial de prevenir el desarrollo de dermatitis atópica y la sensibilización alimentaria.
Específicamente en niños, también el consumo de yogur se ha relacionado una mayor calidad general de la dieta, ingestas y una mayor adecuación de nutrientes, menor presión del pulso (niños de 4 a 10 años) y menores concentraciones de hemoglobina entre otras cosas.El yogur es un alimento fácil de digerir, rico en nutrientes y saciante que contiene proteínas de alta calidad y aminoácidos específicos y además parece servir de modulador de la microbiota intestinal en la infancia y ayudar a lograr una menor adiposidad central.
No se puede negar que existe una base fisiológica para las funciones de ciertos nutrientes como proteínas, calcio y vitamina D, en el crecimiento y el desarrollo, que son máximas durante el período pediátrico. La leche y los derivados lácteos son especialmente ricos en este grupo de nutrientes. Complementar la dieta habitual con productos lácteos como el yogur aumenta significativamente el contenido mineral óseo durante la infancia.
La incorporación de yogur en el desayuno de los niños puede ayudar a mejorar la ingesta de algunos de los nutrientes que se encuentran insuficientemente en la dieta , y puede ser un vehículo para incorporar otros alimentos como las frutas . La combinación de estos dos alimentos en una misma comida tiene un efecto sinérgico, tanto por complementar los nutrientes de cada uno de estos alimentos, como por el efecto simbiótico que se consigue al sumar el efecto probiótico del yogur y la fibra prebiótica de las frutas. De hecho los yogures simbióticos son curas naturales potenciales con buenos resultados en la prevención y control de enfermedades crónicas a través de la acción sinérgica de bacterias probióticas y compuestos prebióticos. En niños este tipo de yogures pueden aumentar considerablemente la inmunidad del cuerpo con una mejora en el funcionamiento social y escolar. No solo reduce los problemas digestivos infantiles, sino que también disminuye notablemente la duración de la enfermedad y la gravedad de los síntomas. La administración de una dieta saludable que incluya este tipo de yogures proporciona un equilibrio microbiano en el intestino y beneficia las funciones gastrointestinales en los grupos de edad pediátricos .
El consumo de yogur puede reducir el riesgo de gastroenteritis al año en niños, algo interesante porque es una franja de edad en la que esta infección es bastante habitual. Incluso ciertos estudios muestran una una asociación significativa entre la frecuencia de la ingesta de yogur a la edad de 1 año y la duración del sueño a la edad de 3 años.
Parte de los efectos del yogur sobre las enfermedades infecciosas pediátricas, las enfermedades gastrointestinales y los trastornos atópicos se atribuyen a los probióticos (probablemente a los efectos mediados por la microbiota intestinal en relación a la mejora de las respuestas inmunitarias innatas y adaptativas) que justamente son específicos de matrices lácteas fermentadas como el yogur.
En los niños, los yogures pueden ser una excelente opción para vehiculizar otros alimentos interesantes como puede ser fruta fresca, frutos secos crudos sin sal, cereales integrales etc….alimentos que pueden ser muy interesantes para hacer, por ejemplo, una merienda saludable. Ejemplos de meriendas saludables basadas en el yogur que permiten vehiculizar alimentos saludables mediante la combinación de diferentes matrices alimentarias interesantes y de probióticos con prebióticos ( simbióticos):
Conclusiones:
La realidad es que si nos atenemos a la evidencia publicada, en gran parte con décadas de antigüedad, podemos decir que hay un respaldo científico en relación a un posible beneficio para la salud del consumo de yogur en bebés y niños. Obviamente serían interesantes nuevos estudios a corto y largo plazo para adquirir más conocimientos en relación al impacto del consumo de yogur en el actual entorno dietético. Teniendo en cuenta que el consumo de yogur y otras leches fermentadas presenta algunas ventajas sobre el consumo de otros productos lácteos se recomienda incluir el yogur dentro del consumo diario y variado de lácteos.
Ramón De Cangas, Dietista-Nutricionista y Doctor en Biología Funcional y Molecular, Biólogo sanitario y Doctor en Ciencia de los Alimentos.